Atacama, paraíso chileno

domingo, 12 de octubre de 2008


Rodeado de ríos, montañas, vegetación y la fauna típica del lugar, el desierto de Atacama se presenta, en Latinoamérica, como uno de los lugares más paradisíacos para visitar y disfrutar. La oferta turística es amplia e invita a descubrir un mundo diferente, inmerso en las desérticas tierras de este valle del norte chileno.

Paradisíaca. Es la definición que un turista lleva a su mente al hablar de la ciudad de San Pedro de Atacama, al norte de Chile, donde se extiende un oasis alimentado por dos ríos y rodeado por una belleza natural digna de admiración. Todo a 2.400 metros de altura.
Los paisajes que proponen estas tierras serán inolvidables para el registro ocular de los visitantes, por la diversidad de propuestas que plantea y colores que viste. Considerado el más seco del planeta, el desierto de Atacama es beneficiario de vistas como la Cordillera de los Andes, las grandes extensiones de tierras salinas, altas mesetas y más de ocho volcanes, uno de ellos todavía activo, convirtiéndolos en el escenario perfecto para realizar las excursiones que los principales entes turísticos proponen para recorrer cada rincón de la zona.
Rodeada de ríos, cañones y lagos, la ciudad de San Pedro de Atacama se ubica en el altiplano de la II región del país (Chile está formado por 15 regiones, aunque el territorio puede dividirse en 6 áreas generales de interés turístico de acuerdo al clima y la geografía), y propone una vista de las más altas y nevadas cumbres de la Cordillera de los Andes.
Con un clima placentero y seco durante todo el año, escasas lluvias que caen desde enero a abril, y con temperaturas que varían ampliamente entre el día y la noche, el altiplano alberga numerosas especies, entre las que se destacan tres variedades de flamencos, algunos con grandísimas poblaciones; aves inusuales como la Puna Rhea, Puna Tinamou y el Andean Avocet; y animales como alpacas, llamas, vicuñas, guanacos, ñandúes y gansos andinos.
La vegetación del lugar es variada e incluye algarrobos, chañar y Schinus molle. Entre los arbustos más comunes, se incluyen el cachiyuyo y rica rica (debe su nombre al uso que se le da como infusión de té de hierbas), y en las zonas más altas se pueden encontrar cactus gigantes, cuya madera es utilizada para las artesanías que realizan los pobladores de esta ciudad.
Especiales en todos los aspectos, los paisajes de este desierto alojan maravillosos paseos que lo convierten en un paraíso único entre los miles que hay en América y el mundo.


Por Julieta Muñoz

Para pensar

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