Improvisación Mosquito es un show de improvisaciones que desde hace 20 años ofrece este género al público que participa activamente en cada función, decidiendo cómo se va a desarrollar el espectáculo.
“¿Ya les repartieron el papelito?”, se escucha desde la cola que hay en la puerta del teatro “El Vitral” (Rodríguez Peña 344), aguardando para ver 90 minutos de pura improvisación a cargo de Fabio “Mosquito” Sancineto y un grupo de 16 actores que van rotando en cada función.
El juego en el que uno se sumerge cuando decide participar en Improvisación Mosquito, consiste en proponer un título (no debe coincidir con títulos de películas u obras teatrales) para las improvisaciones que se desarrollarán durante la función, con una duración de cuatro minutos cada una.
Además de la creatividad del elenco, la participación del público es un detalle que se destaca de este espectáculo. Incluso antes de entrar en la sala, los espectadores interactúan con los actores.
Después de realizar una introducción en la que se presenta y propone la interacción del público, Mosquito da inicio a la obra. De un recipiente donde cada persona depósito el papel con el título que propuso, comienza a sacar las opciones y el público decide si se representa o no la propuesta. Cuando se define el título, nuevamente comienza la discusión, aunque esta vez se trate de definir el género de la representación.
Los actores de ambos equipos tienen un minuto para
Cada vez que Mosquito hace sonar el silbato que indica el fin de la improvisación, el público debe votar por alguno de los dos equipos, de acuerdo a su actuación. “Quienes levantan su programa demostrando el color verde se autodenominan imparciales para cualquiera de los dos equipos, y no le otorgan ningún punto”, explica Albornoz.
“Se trata de un juego con la gente. Incluso al final de la obra, suben cuatro personas del público, y forman parte de la última improvisación. Cuando termina la función, el público es dividido en dos, y el grupo que más aplaude gana”, cuenta Lisandro que trabaja en la producción de la obra y ensaya para realizar improvisaciones.
No se trata de una elección caprichosa. Es que Mosquito viene desarrollando su carrera en el mundo de la improvisación desde hace 20 años.
Su carrera empezó 1979, cuando representó “El Príncipe Idiota”, una obra de Dostoievsky dirigida por Inda Ledesma, que le otorgó el Premio Moliere ese mismo año.
Tras participar en distintas obras, Fabio Sancineto comenzó con la improvisación en 1988, cuando realizó la primera temporada de “Match de Improvisación”, dirigido por Claude Bazin, en una creación de
A partir de 1990 y hasta la actualidad, dicta clases de match de improvisación en el Centro Cultural Ricardo Rojas. En un principio, las clases estaban a cargo de dos equipos de seis miembros, un entrenador, un músico en escena y un árbitro que marcaba las faltas.
En 1998, Mosquito realiza algunos cambios en el esquema, y propone un juego en el que el público escribe los títulos y sugiere los estilos. Poniéndose en el papel de árbitro, marca las faltas de los actores y al finalizar la función, invita al público a jugar sobre el escenario en lo que denomina "Improvisaciones con estilo".
También para los más chicos
“Estamos muy contentos con esta propuesta para los chicos”, cuenta Victoria Mammoliti, actriz de Improvisación Mosquito. “Es una forma de acercarlos al teatro y darles a conocer este mundo de la actuación, y en nuestro caso, de la improvisación”, agregó.
En esta propuesta diferente, los chicos y los padres participan por igual. Eligen el título de la improvisación, pero a diferencia del match para los adultos, en Matchocolate se eligen la duración de la improvisación y la cantidad de jugadores. “Los géneros pueden variar ampliamente a partir de la imaginación de los chicos”, y los actores están preparados para adaptarse ella”.
Por Julieta Muñoz