Un partido que rompió una hegemonía

martes, 14 de octubre de 2008

José Ocatavio Bordón y Carlos Chacho Alvarez en plena campaña

Durante la historia argentina, el sistema de partidos políticos fue considerado como una forma especial de bipartidismo. Sin embargo en los noventa, el Frente Grande, ubicado en la centroizquierda del espectro y formado básicamente por antiguos militantes del Partido Justicialista, llevó al sistema hacia un formato pluripartidista limitado, abriendo una dinámica de coaliciones hasta entonces impensable.

Orígenes

Sus inicios se remontan al primer mandato de Carlos Menem, cuando sus políticas implementadas son rechazadas por algunos peronistas, y por muchos antiperonistas, por considerarlas la antítesis del proyecto histórico del movimiento creado por Juan Domingo Perón. Se originó un profundo malestar en sectores internos del partido que empezaron a plantearse la disyuntiva de abandonar el PJ o quedarse para dar en su interior la lucha política.
Dentro de la Cámara de Diputados, comenzaron a agruparse ocho legisladores peronistas, que provenían de los sectores de izquierda de la renovación y que empezaron a tomar medidas autónomas del bloque oficialista. En enero de 1990 estos ocho legisladores emitieron una declaración contraria a “la alianza con el liberalismo” y poco después se opusieron activamente, entre otras medidas, a la privatización de la empresa nacional de ferrocarriles.
Estos legisladores, autodenominados Grupo de los Ocho, entre los que se encontraban los diputados Carlos “Chacho” Álvarez -dirigente de una agrupación del PJ de la Ciudad de Buenos Aires llamada, Movimiento Renovador Peronista- Germán Abdala -dirigente del gremio porteño de trabajadores estatales-, Juan Pablo Cafiero- hijo del derrotado líder de la renovación- y Luis Brunati, crean una corriente interna, denominada Corriente Nacional y Popular, que buscaba competir por la conducción del partido e incluía entre otros un proyecto en contra del indulto presidencial a los responsables del terrorismo de Estado, pero fracasa carente de un liderazgo y sin una política clara a seguir.
Luego, los distintos grupos fueron abandonando desordenadamente el PJ y constituyendo (proto) partidos de izquierda y centro izquierda, como el grupo proveniente del MRP que funda el MODEJUSO con Chacho Álvarez como presidente y el de los militantes cercanos a Luis Brunati que constituyen el Encuentro Popular.
Para las elecciones de 1991, en la Capital Federal acudieron dos frentes a las elecciones: El FREDEJUSO, constituido por el MODEJUSO de Chacho Álvarez, el Partido Intransigente, Carlos Auyero, proveniente de la Democracia Cristiana y la dirigente de los derechos humanos Graciela Fernández Meijide. Por otro lado el grupo orientado por Luis Brunati se presentó como Frente Popular junto con grupos de izquierda.
Los resultados de la elección no pudieron ser peores para los grupos peronistas disidentes, ya que el PJ obtuvo una resonante victoria nacional. Tras el rotundo fracaso, los sectores del FREDEJUSO de Álvarez iniciaron una serie de llamamientos a la unidad de las fuerzas de centroizquierda, especialmente dirigidos al socialismo con la intención de construir un frente electoral para las elecciones a senador por la Ciudad de Buenos Aires.
Paralelamente, otro sector de la disidencia peronista, el del Encuentro Popular de Brunati, construyó junto al Partido Comunista Frente al Sur, con el cineasta peronista Fernando “Pino” Solanas, como candidato. Los fracasos de Álvarez en conseguir el apoyo socialista, lo llevaron a apoyar la candidatura de Solanas, que obtuvo casi un ocho por ciento de los votos.
Con vistas a las elecciones de renovación parlamentaria de fin de 1993, y la mala experiencia de la elección anterior predispuso a los disidentes peronistas y a sus aliados a dejar de lado las rencillas y buscar la unidad. Es en este marco que a principios de abril de ese año se constituye el Frente Grande, como fusión de los dos frentes anteriores más otros grupos pequeños.
Internamente el Frente Grande no estaba organizado, ya que confluían en su interior el grupo socialdemócrata de Álvarez, y el frente nacionalista y de izquierda de Solanas.

Del Frente Grande al FREPASO

Los resultados favorables obtenidos por el partido desnivelaron el precario equilibrio interno del FG a favor del grupo de Álvarez por sobre el de Solanas -la boleta para diputados nacionales capitalinos encabezada por Álvarez obtuvo casi el quince por ciento de los sufragios- Así, “El Chacho” se convirtió en la cara visible del fenómeno electoral y su discurso socialdemócrata fue presentado como la nueva izquierda moderna del país.
Por otra parte, el impacto que estas elecciones tuvieron sobre el tradicional partido opositor, la Unión Cívica Radical, fue devastador. Su derrota en la Capital Federal, era la primera que sufría desde 1973, se sumó el costo político de la firma del “Pacto de Olivos”, que abrió la puerta a una reforma constitucional.
Esto abrió las puertas a la confirmación del Frente Grande como la principal oposición y pronto se colocó en el papel de principal impugnador del "pacto bipartidista". Lo hizo apelando, por un lado, “a la oposición más frontal al gobierno en el terreno republicano y de la independencia de los poderes, centrado en particular en la denuncia de la corrupción” a la vez que moderando su discurso económico.
Los resultados electorales posteriores fueron aumentando el prestigio del partido, que sin recursos y con escasa estructura de activistas - pero con exitosa performance mediática - esta nueva fuerza política se instaló velozmente.
En los meses finales de 1994 se produjo una visible transformación en el FG que, de la mano de Álvarez, moderó aún más su discurso e inició acciones para constituirse como partido político. Se separa de Solanas- arma su propio espacio político Alianza Sur- y apoya la creación del FREPASO, “Frente por un País Solidario”, con la participación, además del FG, de José O. Bordón, quien había abandonado el PJ en septiembre y fundado su propio partido, “PAIS”, los ya convencidos socialistas, y otros partidos menores.
El discurso del FREPASO dominante en la campaña electoral, ya con Bordón como candidato, mantuvo su carácter fuertemente "moral" buscando diferenciarse del “costo social del ajuste” y de la “corrupción del gobierno” con la propuesta central de “un mejor gobierno”, al mismo tiempo que renovaba su compromiso con la estabilidad económica y la convertibilidad de la moneda.


El segundo puesto obtenido lo obligó al partido a obtener la victoria en las próximas elecciones de intendente de la Ciudad de Buenos Aires, pero el desorden interno de la fuerza complicó la tarea y no consiguió el objetivo. De todas maneras sí obtuvo victorias importantes con Fernández Meijide en Capital que significó para el FG un paso para el fortalecimiento como opción.



El final

El partido soportó la partida de Bordón en abril de 1996 (había intentado reabrir la elección primaria para la candidatura a la intendencia y postular al ex ministro del interior de Menem, Gustavo Béliz), lo que demostraba que a pesar de su débil institucionalización, era ya un organización política anclada en un gran sector de la población y, por ende, capaz de superar derrotas y problemas internos.
Sin embargo el FREPASO, a pesar de tener todo a favor, y cuando sus candidatos superaban cómodamente en los sondeos de opinión a los del radicalismo en los dos principales distritos del país, la cierta sensación de hartazgo moral con el menemismo y el deseo de vencerlo lo llevó a que realice, en agosto de 1997 una unidad con la UCR y el FREPASO en la Alianza por el Trabajo, la Justicia y la Educación.
Esta fuerza representó una nueva opción política, mezclando elementos de su vieja herencia populista con componente socialdemócratas y con fuertes matices propios. Pero a pesar de haberse distinguido en términos organizativos por su carácter centralizado, personalista y mediático, no ha establecido un modelo original de partido con niveles de organización, estructura territorial y recursos militantes, lo que la llevó a transitar un lento camino de asimilación a los restantes partidos en el plano organizativo territorial. Esta tendencia la terminó plasmando con una alianza electoral con histórico y fuerte como la UCR.

Fuentes:

ABAL MEDINA (h.), J. “El partido Frente Grande, una experiencia inconclusa
ABAL MEDINA (h.), J. (1998b): “Los herederos del populismo: la experiencia del PRD y el Frente Grande”, en Nueva Sociedad, número 156, Caracas.
CASTIGLIONI, F.(1995): "FREPASO: apuntes para el debate" en La Ciudad Futura, n.45.
MOCCA, E. (1995): "La nueva oposición" en La Ciudad Futura, n. 43.
NOVARO, M. y PALERMO, V. (1998): Los caminos del centroizquierda, Editorial Losada, Buenos Aires
Por Daniel Barrientos

Para pensar

  © Blogger template Columnus by Ourblogtemplates.com 2008

Back to TOP